Breathe (II)
Desconecté casi desde el primer
asesinato de la película de todo lo que me rodeaba.
Desde mi privilegiado sitio, al
lado de la ventana, me era muy fácil distraerme con el paisaje, aunque este era
casi monocromático, pasando del contraste del suelo blanco inmaculado al negro
más intenso.
Había dejado de nevar, pero no
por ello, dejé de admirarme por lo que rodeaba a la casa.
Y entonces, vi algo—o a alguien—que
no encajaba en todo aquel entorno.
Se trataba de Hayden.
O casi podría jurar que se
trataba de él porque estaba de espaldas pero su color de pelo contrastaba muchísimo
con la paleta de colores del bosque.
La extrañeza y el querer saber que
hacía afuera, fue lo que me impulsó a levantarme y salir hacia la puerta
cogiendo el abrigo. Jim me miró como si hubiese perdido un tornillo.
—Enseguida vuelvo—respondí sin
pararme a dar explicaciones.
—¡Uy! ¡Uy!—Exclamó éste—.
Avril, eso no se dice. Ahora sabemos quién va a ser la próxima víctima .
Menudo destripe de argumento.
Al salir del porche en dos
zancadas, el frío me golpeó de lleno.
Me encogí intentando mantenerme
en pie y que las tiritonas no me impidiesen dar un paso adelante. Con los ojos
llenos de lágrimas a consecuencia del frío, vi que Hayden estaba quieto en la
linde del bosque como si estuviese esperando a alguien. Quise llamarle, pero me
pareció muy extraña su ropa. No era con la que había llegado hasta aquí y sólo
se había traído un pijama y una muda. Incluso detallé que era demasiado ligera para
aquella climatología.
Aun a lo lejos, fue capaz de
percibirme, ya que se giró parcialmente hacia mí, y me sonrió tendiéndome la
mano.
Me quedé quieta donde estaba.
Había algo que no concordaba. Tal vez fuese un efecto óptico, pero su mano era
aún más pálida de lo habitual, como si quisiera mimetizarse con el entorno. Sus
ojos brillaban y su sonrisa era demasiado triste.
Habló en un susurro que el gélido
aire me transmitió.
—Vamos a dar un paseo—me invitó. Luego me dio la espalda y se
adentró en las entrañas del bosque desapareciendo sin rastro.
Saliendo de mi inercia, intenté
salir corriendo tras él para convencerle que aquello era una locura y lo mejor
era volver al calor de la casa. La nieve me aprisionaba los pies pero no me
detendría. Me había convertido en una especie de Alicia buscando su conejo
blanco, aunque no me imaginaba así el País de las Maravillas.
1 hilos de vida:
Valgame dios T□T siguio a "Hayden" me confundi jaja si es asi Ahhhhhhhh! Mi dio xD
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